martes, 22 de mayo de 2012

VIVIR LA VIDA O APRENDER DE ELLA...

Hace unos días conversaba con mi pareja sobre la edad, tengo casi cuarenta años y no me siento de esa edad, no es que me crea una adolescente, no es por ese lado, sino que, siento que cuando tenía quince años y la edad que tengo ahora sigo siendo la misma persona, la misma esencia, es como si los años avanzaran, yo aprendo, vivo y disfruto de ellos, pero sigo siendo la misma, es como si en mi interior los años no influyeran, no sé si se reflejan en el exterior, me dicen que no demuestro más de treinta años, aunque saben que no faltan las personas agradables.








Es como si mi alma no tuviera edad, como si fuera algo que se mantiene incólume, puedo sufrir, enojarme o cualquier sentimiento, pero sigo siendo un ser independiente en el interior y cuyas ideas se mantienen a pesar del camino recorrido, como en otras cosas que he escrito, me gusta sentir que todo es importante, disfruto de cada momento, olor, color, la belleza de mi alrededor, la compañía de los animales, pájaros, viento y cosas así. Soy consciente que pueden pensar que estoy loca, o en caso contrario, algunas personas se sientan identificadas, pero soy así, es cierto pasé por los períodos que reflejan la madurez, como cuando tienes quince años y todo es tragedia, inseguridad y amor; luego esta a los veinte años, el período de ajuste con el alrededor, el primer trabajo, adaptarse al hecho de que uno depende de sí misma, algunas se casan, tienen hijos, etc.; a los treinta años es cuando uno quiere tener una base, ya sea familiar como laboral, busca la forma de tener la seguridad, puede que quieras una familia, ya sea porque estas soltero, separado o con hijos, o un trabajo que pueda darte prosperidad, pero la base es la misma, SEGURIDAD.  He pasado por todo eso, y aún soy como al principio, miro el espejo y veo la misma mirada, la misma sonrisa (un poco más gorda), pero la misma, siempre voy cambiando mi peinado (he tenido desde el pelo corto arriba de los hombros hasta largo y crespo a la cintura),  para ver variación en mi apariencia. 
Puede ser que sea sólo un efecto óptico y yo sea la única que ve lo que describo, aún así estoy feliz,(debo confesar que tengo miedo a la muerte, aunque no sé si es a la forma de morir, al hecho de dejar de respirar, a que quizás no haya un después o sólo por el hecho de que nadie me recuerde), puede ser uno o todas las razones, sólo estoy segura de algo, lo que está dentro de mi, mi esencia o alma estará en algún lugar porque siento que soy parte de ello, como si salí de ahí por un período determinado y al morir regresaré al mismo sitio, con la experiencia de la vida.


Esto no es algo real para muchos, pero para mí es mi pensar, espero tengan la mente suficientemente abierta a los otros pensamientos.    

martes, 8 de mayo de 2012

DISFRUTAR DE CADA MINUTO COMO SI FUERA EL ULTIMO...

Antes consideraba que disfrutar de la vida era sólo pasarlo bien, con los años, no digamos que mucho, he aprendido que puedes pasarlo bien con cosas sensillas, como:

-Me encanta caminar por un espacio abierto o pararme en el borde de la reja de mi casa a sentir la calidez del sol sobre mi rostro o el viento tibio antes de llover.
-Me declaro una adicta a las manzanas dulces y jugosas, disfrutarlas a mordidas (nada de picadas, ralladas o cualquier otra alternativa), donde cada bocado con su dulce sabor me deleita.
-Pasar por fuera de una pastelería y sentir el anís, vainilla y otros aromas que me dan hambre, pero cuando los como ya no es tan impresionante.
-Mirar a un niño jugar con cualquier cosa, una lana, una goma de neumatica de bicicleta, correr sobre el pasto o cualquiera de sus ideas.
-No salgo nunca a bailar, pero cuando lo hago, bailo hasta los comerciales.
- Verlos o jugar con una mascota, yo tengo perros, les gusta hacerme cosquillas con la nariz, y juegan mucho entre ellos, por lo que me divierto verlos como se perseguen entre ellos, algo asi como al pillarse de nosotros.
-El primer bocado de un chocolate amargo o semi amargo, me hace que en la garganta me produzca una sensación placentera, pero sólo el primer bocado, ya que es el inicio del sabor.
-Caminar por la orilla de la playa me encanta, sobre todo cuando el oleaje es fuerte y choca con las rocas, unas gotas como garuga salada que se impregna en la piel dejandola salada.
-Caminar por un parque cuando las hojas de los árboles, ya café por el otoño, están en el suelo y sentirlas crujir a cada paso.
-Sentir la primera lluvia sobre tu rostro.
-El aroma del pasto recién cortado, o la tierra mojada des´pués de llover.

Espero que comprendan la idea de que cada detalle puede ser disfrutado si se sabe apreciar.

¿Qué cosas así pueden ser disfrutado?